La logística inversa es una actividad con un enorme potencial de crecimiento que ha sido definida como la última frontera para la reducción de costos en la empresa, y se ha convertido en una novedosa e importante fuente de oportunidades.
¿A qué nos referimos al hablar de logística inversa? Se define como los procesos operativos, administrativos e informáticos mediante los cuales se gestiona el retorno más eficaz de mercaderías y/o soportes logísticos dentro de la cadena de suministros. Incluye todas las actividades logísticas como recupero, desarmado y procesamiento de productos usados, partes de productos o materiales para asegurar una recuperación exitosa (que no perjudique al medio ambiente).
Se encarga de la recuperación y reciclaje de envases, embalajes y residuos peligrosos; así como de los procesos de retorno de excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales. Incluso se adelanta al fin de vida del producto, con objeto de darle salida en mercados con mayor rotación.
La consecuencia de todo lo anterior es clara: en los próximos años la logística inversa va a suponer una importante revolución en el mundo empresarial y, probablemente, se convertirá en uno de los negocios con mayor crecimiento en el inicio del tercer milenio.
La aparición de los siguientes “síntomas” aconsejan que una empresa aplique logística inversa: mercancía en estado defectuoso, retorno por exceso de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales. ¿Qué actividades debería realizar entonces para superarse? En la medida que se pueda, se recomienda la retirada, la clasificación y reacondicionamiento de productos, la devolución a su lugar de origen, la destrucción, procesos administrativos (trazabilidad de las devoluciones) y la recuperación, mediante el reciclaje de envases, embalajes y residuos peligrosos.
Tradicionalmente, los fabricantes no se sentían responsables por sus productos después de que los consumidores los usaran. La mayor parte de los bienes utilizados se tiraban o incineraban, lo que provocaba un daño importante al medio ambiente. Hoy, tanto los consumidores como las autoridades, esperan que los fabricantes reduzcan al mínimo los desechos que producen. Últimamente, gracias a las nuevas leyes de gestión de desechos el énfasis se desplazó hacia la recuperación, ya que desechar los productos usados implica un alto costo, tanto económico como ambiental. Las empresas asumen cada vez más sus responsabilidades en la recolección, el desarmado y la mejora de productos usados y el empaquetado de materiales.
Podríamos señalar tres razones para tomar un rol activo en la logística inversa empresarial:
1) Las leyes ambientales que obligan a las empresas a recoger los productos usados y a realizar tratamientos posteriores.
2) Los beneficios económicos del uso de productos devueltos en el proceso de producción, contra el alto costo de desechar los productos.
3) La importancia creciente que tiene el medio ambiente para los consumidores.
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