Negociamos permanentemente en nuestras vidas, a diario nos vemos enfrentados a situaciones que nos ponen en posición de negociar en nuestra familia, en el trabajo, con nuestros amigos, con nuestros clientes.
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 Negociar es un arte que se aprende teniendo en cuenta al otro, el mejor negociador no es el que mejor habla sino el que mejor escucha; así es: a esto llamamos generar empatía.
¿Todos los negociadores son iguales? No, algunos son mas suaves porque les interesa más la relación que lo que van a negociar. Otros son mas duros porque priorizan el objeto de negociación por sobre la relación. Otros utilizan la filosofía del “ganar – ganar”, les interesa las personas y sus intereses pero también el objeto sobre el que se negocia, a estos los llamamos negociadores modernos o estilo Harvard; negocian cooperando, cediendo para lograr satisfacer los intereses de todos
¿Todas las situaciones de negociación son iguales? Tampoco, a veces podemos confrontar, otras evadir, otras acomodarnos y por último cooperar o negociar por compromiso. ¿De qué depende cada situación? De algunos factores que están relacionados con el poder situacional o los intereses que persigamos.
Toda negociación es un proceso que lleva a un acuerdo entre las partes y en este acuerdo se deben satisfacer los intereses de las personas, se deben generar opciones de beneficio mutuo, se debe aplicar la creatividad para ver que detrás de cada interés o necesidad existen más intereses subyacentes.
Recordemos que muchas veces podemos ir en busca de un objetivo determinado y retirarnos de la mesa de negociación con un logro diferente al inicial y mucho más satisfactorio. Claves para negociar con éxito:
No poner de por medio las propias emociones, el enojo hace que perdamos objetividad (“salir al balcón” es lo mejor)
Ponerse en el lugar del otro, eso se logra a través de la escucha activa No negociar en base a posturas, porque ahí no podemos ceder; lo que tenemos que tener en cuenta son los intereses o necesidades, éstos nos proporcionarán la base para una buena negociación
Prepararse muy bien antes de ir a negociar
Tener en cuenta a qué tipo de pensador tenemos al frente y qué tipo de persona es para saber como tratarla (no es lo mismo tratar una persona hostil que una afectiva, o un pensador visual que uno auditivo o kinestésico)
Saber cuando es el momento apropiado para cambiar nuestro enfoque
Tener una M.A.A.N , esto es una mejor alternativa al acuerdo negociado, esto implica que tengo la posibilidad de conseguir lo que necesito de otro modo; la M.A.A.N es un buen indicador de cuándo debemos levantarnos de la mesa de negociación sin sentirnos frustrados. En definitiva: no necesitamos del otro ya porque tenemos otra persona que puede satisfacer nuestras necesidades Parafrasear, preguntar, aclarar durante el diálogo es una buena estrategia, nos brinda información y la otra persona se siente tenida en cuenta
No adelantar la respuesta, esperar para hablar, no hablar del otro, hablemos de nosotros mismos Compartamos situaciones similares a las de nuestro interlocutor, esto genera confianza en la otra persona. Ir a negociar “en grande”, estar seguros de que podemos lograr lo que queremos o algo mejor si cambian algunas circunstancias
Tender un puente de oro, es decir, hacer que la propuesta parta del otro
Escuchar, escuchar, escuchar; la generación de empatía es esencial.
El negociador no nace, se hace, para ello debe entrenarse, y si negocia mayormente con la mentalidad “ganar- ganar” mejor aún. Autora: Ab. Cristina González Unzueta Profesora Escuela de Ejecutivos SRL Fuente: Valor de Cambio
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